miércoles, 1 de octubre de 2008

Por las mañanas

Cuando me levanté tenía la boca como si se me la hubieran pegado por dentro... lenta y suavemente abrí para poder resppirar bien, sólo dejé una comisura pequeña para que saliera el aire. Estiré los brazos y tenía todos las cobijas envolviendome porque estaba denuda pero sentía tan bien, es ese momento pensé que me gustaría estar empelota por ahí todo el tiempo. Que qué rico.

Él, si él, el de siempre, me tocó la espalda y no dijo nada. Creo que poca veces dice cosas, y cuando opina cosas importantes y serias, le cambia el tono de la voz y eso. Cuando habla así me encanta mirarlo. Me gusta mirarlo siempre, tiene algo más bonito que me hace sentir sexy a mí, es raro pero es muy del putas. Suena de los más egoísta pero no puedo fingir quien soy y si eso está mal pues bueno. Yo creo que no. Pero bueno.

El dolor de cabeza era una mierda insoportable, me pongo mis calzones, me voy para mi casa y me quedo pensando en qué lo mejor que podría pasar es volver de nuevo con él. Por esos días eso me hace feliz, poder hacerlo y ya.

Al salir el frío me congela las ganas y me voy derechito para mi trabajo.

Aún así no soy una persona feliz, y por el contrario hay días en que nada vale la pena. Hoy no es una día de esos, eso está claro.

1 comentario:

Jack dijo...

Gracias por el comment!!! Y si, cuando no hay nada que hacer ya uno abre un blog, este es como mi sexto!.

Un abrazo.